He pensado en escribir cada semana el logro más importante, para compartirlo con vosotros y dar una visión rápida de lo que vamos consiguiendo. Espero que os guste.
Un niño, a primera hora de la mañana. Hemos trabajado el desayuno, vestido, lavado la cara y las manos sin haber cedido a sus malas conductas, el resultado ha sido positivo. Se dispone a ir al cole, pero antes hay que tomar la medicina:
- Yo (al papá): No le preguntes, se tiene que tomar la medicina porque es bueno para él, no es necesario que se lo expliques.
El padre va con decisión y lo sienta en las rodillas, el niño se resigna y se toma la medicación sin mucha resistencia.
Cuando se la acaba se gira el niño enfadadísimo y me dice: ¡ “%/#! ¡Vete de mi casa ya!
Me mantengo impasible. Pero por dentro me alegro enormemente. Se ha dado cuenta de que algo está cambiando y que sus padres retoman el control, sus lloros y rabietas no sirven. Ahora le crea inseguridad, pero pronto descansará él y también su familia, porque se acabarán los tira y afloja constantes, y con ellos las riñas y lloros constantes.
El mismo proceso que ha hecho hasta ahora el niño, de ignorar las conductas de sus padres y anteponer sus intereses hasta que se han dado por vencido y así conseguir lo que quería, se está invirtiendo. Ahora es él el que empieza a darse por vencido y sus padres consiguen lo que quieren.
María Tudela Torras. Terapeuta Ocupacional Núm. Col. 074.
Ilustración: Mathieu Beaulieu.